lagata
15 PUEBLOS / 15 ELEMENTOS PATRIMONIALES
Iglesia Parroquial de la Exaltación de la Santa Cruz de Lagata
Estívaliz Garín Subías, arquitecta
Se trata de una iglesia de estilo barroco, de planta de cruz latina de tres tramos y crucero, con una capilla a cada lado próxima al crucero y ábside plano. Se cubre mediante bóveda de lunetos, salvo el crucero que lo hace por cúpula sobre pechinas. Presenta un acceso lateral por el tramo de los pies, donde se sitúa el coro. Su decoración interior es sencilla y se reduce a un entablamento que marca el arranque de las bóvedas.
Su construcción utiliza a la vez fábrica de ladrillo manual y tapial con verdugadas y llaves de ladrillo. Exteriormente, el tapial se encuentra revestido con mortero de yeso.
La torre situada a los pies y en el lado del evangelio, construida con ladrillo macizo, es de concepción sencilla con planta cuadrada y últimos cuerpos de planta octogonal rematada con chapitel metálico.




En cuanto al estado físico que nos encontramos antes de intervenir desde nuestro estudio, se observaban principalmente daños en las cubiertas, en las que existían gran cantidad de tejas rotas, desplazadas y falta de éstas. En los rafes encontramos tejas con posibilidad de caída que se debían retirar. Así mismo, existían flechas en algunas zonas de los planos de la cubierta, probablemente consecuencia de deformaciones por flecha de los rollizos de madera que formaban su estructura.
Exteriormente los muros sufrían degradación del material de revestimiento, provocando desconchados yentostas de material que podían desprenderse. Así mismo, en uno de los muros, se observaba exteriormente una grieta de carácter vertical que aparecía a una altura aproximada de la mitad del muro y llegaba hasta el alero.
Además y de forma general en los arranques de los muros se observaban manchas de humedad por capilaridad, fenómeno que estaba afectando a los materiales que lo componen.
Primera fase
Se realiza la restauración de las cubiertas y el drenaje perimetral de sus muros.
La restauración de las cubiertas consistió en la retirada de la totalidad de los elementos de cobertura (tejas), soporte (cañizos y yeso) y toda la estructura de rollizos que componía la cubierta.
Para consolidar los muros y evitar movimientos por empujes no contrarrestados, se efectuó el zunchado mediante anillos cerrados compuestos por secciones de hormigón armado recogiendo todas las coronaciones de los muros.

Igualmente se efectuó el encamisado de todas las bóvedas y cúpulas mediante la aplicación de una capa de mortero bastardo de cal y cemento armado con malla.
Después de ejecutados los zunchos y encamisados de bóvedas y cúpula se construyó una nueva estructura, idéntica a la original(vigas y correas), pero en secciones de madera laminada estructural. Sobre ésta, se dispuso entablado de cubierta, con tablas de madera canteada
Por último, el tejado se remató conteja cerámica curva, recibida con mortero bastardo de cemento y cal hidráulica sobre placa bajo teja.
Reutilizamos las tejas en buen estado para las cobijas y se utilizaron tejas nuevas para las canales.




Segunda fase
Se realiza la restauración de las fachadas.
En la construcción original de estas fachadas, se utilizó una combinación de fábrica de ladrillo manual y tapial con verdugadas y llaves de ladrillo. Posteriormente, este tapial fue revestido con mortero posiblemente de yeso.
Las patologías detectadas consistían en desprendimientos de enfoscados, debidas a la acción de los agentes atmosféricos y la falta de elementos que asegurasen la trabazón de éstos con la fábrica de tapial.

Estas mermas de material se habían ido solucionando anteriormente mediante la aplicación de morteros de cemento, lo cual resultaba perjudicial para la fábrica original de tapial. Estos morteros proporcionaban una rigidez excesiva y una falta de transpiración que favorecía la ascensión de humedades por capilaridad, afectando negativamente la durabilidad del sistema constructivo tradicional.
La primera actuación consistió, sin duda, en la eliminación de todos estos morteros de cemento. Esta operación dejó la fábrica completamente descarnada, siendo la fachada principal la más afectada. A medida que se retiraban los morteros, fueron apareciendo otras afecciones que ya se habían detectado previamente durante la intervención en las cubiertas: una profusión de grietas que se iniciaban en la cubierta y descendían verticalmente a lo largo de todos los paños de la fábrica, coincidiendo principalmente con los puntos más frágiles, es decir, los huecos en los muros.
Una vez puestas en evidencia todas estas patologías y su verdadera magnitud, fue posible establecer un criterio de intervención más claro. El primer paso fue la consolidación de las fábricas, para lo cual se procedió al aporte de material en aquellas zonas donde las mermas eran considerables y al cosido de grietas a lo largo de toda la altura de los paños.
Respecto al aporte de material, se valoraron distintas opciones, decantándonos finalmente por la utilización de arcillas, ya que este es el material del que está compuesta la fábrica original. Consideramos que sería el que mejor se integraría con el sistema existente. Para ello, empleamos un preparado de arcillas con fibra (paja) de la casa Ecoclay, que proporcionaba una buena trabazón con las tierras existentes. En los puntos donde fue necesario, se utilizó además el retacado con ladrillos cerámicos macizos.
La forma de abordar el cosido de las grietas también fue objeto de estudio y discusión. Finalmente, se optó por la utilización de llaves de madera, al tratarse de un material que, por su flexibilidad y composición, se adapta mejor a este tipo de trabajos. Estas llaves se envolvieron con esparto, con el objetivo de favorecer la adherencia entre la fábrica existente y el nuevo material aportado, que en este caso fue la cal.
Una vez consolidados los paramentos, se pudo iniciar la fase de revoco propiamente dicha. Para ello se eligió un preparado de cal hidráulica, que se fue aplicando en sucesivas capas, respetando los tiempos de secado entre cada una de ellas, a fin de garantizar el éxito de la aplicación.
Finalmente, se tuvo que tomar una decisión importante respecto al uso de mallas, recomendadas por la casa de cales. Varios factores nos llevaron a descartar su utilización, siendo el principal el sistema de anclaje necesario para fijarlas. Consideramos que ningún tipo de anclaje era compatible con la fábrica de tapial con la que trabajábamos, y que, en caso de fallo, el desprendimiento del revoque podría comprometer todo el paño de fachada.




Mientras que la fachada principal deja a la vista la composición original del tapial de ladrillo, en el resto de las fachadas se optó por un recubrimiento total de la fábrica. Las razones fueron principalmente económicas, como suele ocurrir. Aun así, el hecho de que en la fachada principal pueda leerse con claridad la fábrica original ya representa un logro significativo. ¡Todo un avance!
Cuando parecía que casi todo estaba resuelto, llegó el turno del cuerpo de acceso. Desde el principio lo concebimos como un anexo a la iglesia original, una parte del conjunto que había sufrido múltiples intervenciones a lo largo del tiempo. Sin embargo, al ir retirando capas y descubriendo lo que había debajo, nos encontramos con una estructura más compleja de lo esperado.
El acceso parece haber sido construido en dos fases bien diferenciadas. La primera sigue la línea constructiva del resto de la iglesia, combinando fábrica de ladrillo manual y tapial de ladrillo. La segunda corresponde a una intervención posterior, realizada en fábrica de mampostería. Esta situación generó cierto debate, pero el criterio de intervención estaba claro desde el principio: la solución debía respetar y reflejar ambas fases constructivas, por lo que no era viable aplicar un tratamiento unificador.
Se decidió entonces continuar con el mismo tratamiento utilizado en el resto de las fachadas para la parte correspondiente a la primera fase, y realizar un trabajo de rejuntado específico para la fábrica de mampostería de la segunda.
El resultado, a la vista está, es más que interesante, ¿no creéis? Por nuestra parte, queremos destacar el excelente trabajo de Raúl Gimeno, cuya paciencia y entusiasmo fueron fundamentales durante todo el proceso.
Esperamos sinceramente que los vecinos de Lagata hayan quedado tan satisfechos con el resultado como todos los que hemos trabajado con ilusión para que este proyecto se llevara a cabo con éxito.




Organizan

